La educación, la actitud hostil de la sociedad hacia la creación de empresas y el miedo al fracaso son los principales lastres para montar un negocio en nuestro país. Existe una actitud positiva, pero aún nos queda camino por recorrer para materializar ideas en compañas de éxito, algo en lo que nos llevan ventaja los estadounidenses.
¿Nuestros emprendedores se parecen a los estadounidenses? La respuesta, para bien o para mal, es negativa. Aunque existen algunas diferencias de peso que nos alejan del éxito, el español comienza a hacerse valer.
Así, un 65% de españoles muestra una actitud positiva hacia el autoempleo, por encima incluso de EEUU (62%), según los resultados de la quinta edición del Estudio Global de Emprendimiento Amway, realizado por la compañía de investigación GfK. Pero a la hora de sentirse capaces para afrontar un negocio propio, somos menos decididos que los norteamericanos, con un 36% y 44% respectivamente, -porcentaje que crece respecto al año anterior en España un 6% y en EEUU un 2%-.
No obstante, nuestros jóvenes no sólo muestran una actitud más positiva que los estadounidenses, sino que también se ven preparados para montar su propio negocio -47%, frente al 45% de los estadounidenses-. «Los menores de 35 años son la franja de edad con un carácter más óptimo y un potencial emprendedor más alto, lo que señala la gran oportunidad para el desarrollo de la economía mundial y nacional que representa esta nueva generación», tal y como afirma Mónica Milone, directora general de Amway Iberia.
Sociedades que no ayudan
«El autoempleo es vital para el éxito de los países. Los emprendedores en EEUU son muy importantes y, de hecho, el 40% de la economía lo generan las empresas que hace años no existían», explica el consejero comercial de la Embajada de EEUU en Madrid, Robert Jones.
En este sentido, uno de los problemas que tiene España es el apoyo de la sociedad. Así, más de la mitad de los españoles (62%) considera que la población es hostil ante el emprendimiento y reivindica un mayor apoyo a la hora de empezar su propio negocio, mientras que en este sentido, sólo el 30% de los estadounidenses piensa lo mismo.
«Creo que en España tenemos muchas barreras, porque la sociedad nos dice que nos vamos a equivocar, y eso es algo a lo que los emprendedores ya estamos acostumbrados. Al final hay de todo, personas que copian y otras que innovan, pero eso no quita que tengamos casos de éxito de los que podamos estar orgullosos en nuestro país», explica el consejero delegado y fundador de Minube, Raúl Jiménez.
Además, el miedo a las decepciones o a la quiebra del negocio sigue pesando mucho en nuestro territorio. «El emprendedor norteamericano no teme al fracaso, el español sí», indica la presidenta de la Asociación Española de Mujeres Empresarias de Madrid (Aseme) y vicepresidenta de Ceim-Ceoe, Inmaculada Álvarez Morillas, quien reconoce que en el caso de las mujeres esto es peor. En este sentido, la tolerancia a las frustraciones empresariales es un problema también económico: «Si fracasas, las deudas que contraigas en tu negocio te van a perseguir», asegura, por su parte, el consejero delegado y cofundador de Statupxplore, Javier Megías.
Asimismo, nuestros complejos nos hacen inferiores, tal y como piensa el consejero delegado de .Tuenti, Sebastián Muriel: «Muchas veces, en cuanto a un producto o servicio, para los españoles, si lo hace Google es buenísimo; pero lo haces aquí y es otra cosa», sentencia.
Del ‘sueño americano’ al español
El sueño americano, expresión que hace referencia a la consecución de unos objetivos de futuro basados en los ideales de igualdad de oportunidades para todo joven estadounidense, también podría ser aplicado al caso español si se comienza a gestar desde la educación.
Para los españoles y estadounidenses, el autoempleo es una cuestión de educación -59% y 68%, respectivamente-. Ambos coinciden en que se puede promover el espíritu emprendedor a través de la enseñanza y en que el emprendedor se hace, no se nace. En este sentido, los estudios son fundamentales para enseñar a emprender: «Es preciso un cambio de mentalidad desde la educación, ya que ser empresario es una necesidad que tiene España», explica la directora general del Trabajo Autónomo de la Economía Social y de la Responsabilidad Social del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, Carmen Casero González. «El talento es muy importante, de ahí que el modelo norteamericano sea más positivo que el español», recuerda. En España se ve la enseñanza para el emprendimiento mayormente como una formación complementaria tras la universidad, mientras que en Estados Unidos se considera vital incorporar unidades didácticas en edades más tempranas, a partir de la educación secundaria o superior.
La oferta formativa tampoco acompaña. En nuestro país, el 54% de los españoles considera insatisfactoria la formación actual en escuelas, universidades y otras vías para aprender a emprender, mientras que en el caso de EEUU este porcentaje se reduce al 31%.
También hay notables diferencias entre ambos países en torno a los aspectos más importantes de la educación. Los españoles consideran que el elemento más necesario es aprender a ser innovador y creativo (36%), seguido de conocer las habilidades de negocio básicas (33%) y participar en programas de mentoring (30%). Por contra, si cruzamos el charco, el elemento clave es recibir formación sobre liderazgo (47%), un aspecto que los encuestados españoles sitúan en última posición (25%).
¿España es un buen lugar para emprender?
Aunque Silicon Valley es el ecosistema empresarial tecnológico donde todo soñador quisiera acabar, según el Global Startup Ecosystem Ranking, lo cierto es que muchos países han comenzado a plasmar esta idea dentro de sus fronteras. En este mismo ranking, España no coloca a ninguna de sus ciudades entre las 20 mejores para emprender, pero sí ubica a Barcelona como séptima mejor urbe del continente, por detrás de Tel Aviv, Londres, Berlín, París, Moscú y Ámsterdam.
«España es un buen lugar para invertir por sus condiciones en cuanto al entorno y por el talento que tenemos», explica el cofundador de Statupxplore. No obstante, en su opinión, aún existen problemas asociados a una regulación «negativa» de cara a este colectivo y al tamaño del mercado, más afín a los grandes que a los pequeños negocios.
En esta misma línea, el fundador de Minube cree que nuestro territorio está de moda. «Los inversores vienen de fuera a apoyarnos y, en este sentido, España lo está haciendo muy bien para emprender».
Con estas perspectivas, el porvenir parece prometedor y, quien sabe, quizás en un futuro no muy lejano, España sea referencia dentro del emprendimiento mundial.
Origen: Radiografía del emprendedor español: similitudes y diferencias con EEUU – elEconomista.es